La fibra de carbono tiene la reputación de ser un poco frágil, pero eso está muy lejos de ser verdad.

Los cuadros y componentes de fibra de carbono fueron alguna vez exclusivas de las bicicletas de carretera super costosas y casi inaccesibles, pero con las mejoras en las técnicas de fabricación hoy dominan el mercado de las bicis de carretera, mientras que se están volviendo cada vez más comunes en las bicicletas de montaña.

Hechas con un tejido de hebras de carbono dispuestas en una resina dura de epoxy, la fibra de carbono es muy ligera y fuerte, puede ser moldeada en distintas formas muy aerodinámicas y, como material para el cuadro, resulta razonablemente rígido, haciéndola el material ideal para las bicicletas de carretera donde se busca ligereza y rapidez.

En los años pasados ha surgido mucha preocupación a propósito de la poca resistencia a los impactos que tiene la fibra de carbono, pero las mejoras en el tejido y en el epoxy, además de la habilidad de los diseñadores en el construir y reforzar aquellas áreas del cuadro que más lo necesitan, han hecho que ahora se puedan incluso construir bicicletas para practicar descensos en montaña, las cuales necesitan ser sumamente resistentes al impacto y para todo tipos de bicicletas.

Pero algunos cuadros aún pueden resultar susceptibles a daños en choques o caídas, y si eliges una bicicleta en fibra de carbono es importante que sepas qué puede dañarla y qué no, y que entiendas cuáles son tus opciones en caso de que tu bici necesite una reparación.

Duración

Las bicicletas de fibra de carbono pueden en teoría durar toda la vida. Un bloque sólido de fibra de carbono es prácticamente indestructible, lo cual es uno de los motivos por los cuales se le usa comúnmente en la construcción de autos para la Fórmula1, aviones y naves espaciales. Pero la fibra de carbono se puede gastar, y la velocidad a la que lo hace depende de varios factores, incluidos la estructura de su diseño, la anchura del tubo, el tipo de manejo al que estás acostumbrado y el cuidado que se le ha dado.

La revista de ciclimo Ride On explica que el corredor Ben Douglas aseguró que por lo general los ciclistas profesionales consideran que después de dos años con un promedio de 20-25,000km por año entre carreras y entrenamientos, las bicis de fibra de carbono perderán algo de su rigidez debido a que la resina epoxy se suaviza. Esto  hace que la bici sea menos indicada para competir a nivel alto, pero que se pueda usar todavía como bici de carretera.

Mantenla limpia

Debido a que se dice que la fibra de carbono es poco resistente a los impactos, los ciclistas asumen por lo general que se trata de un material delicado y se preocupan por no dañar demasiado su bici con productos de limpieza abrasivos.

Sin embargo, a diferencia del acero o del aluminio, la fibra de carbono es un material relativamente inerte y no es susceptible a corrosiones, por lo que resulta poco probable que se le afecte con alguno de los productos estándar para la limpieza de bicicletas.

El problema es que las bicicletas no están construidas únicamente de fibra de carbono, pues ese material no puede ser moldeado para hacer hilos. Esto quiere decir que algunas partes de la bici (como por ejemplo el eje del pedalier) contienen algo de metal (por lo general aluminio) y por esta razón los ciclistas deberían de evitar productos de limpieza con fuertes cantidades de disolventes, los cuales podrían corroer el metal o dañar la pintura.

Posibles daños

cuadro carbono roto

Imagen cortesia de Paint My Bike

Las bicicletas de fibra de carbono pueden ser químicamente resistentes pero, como la mayoría de las bicis, también se pueden dañar. Las bicicletas de cualquier material pueden tener defectos de fábrica y, las patillas de cambio o el soporte para la botella de agua roto se localizan entre los problemas más comunes que encuentran los cuadros de fibra de carbono.  Afortunadamente, estos problemas son cubiertos por la mayoría de las garantías que ofrecen las principales marcas.

Aunque no todos estén de acuerdo, se dice que las bicicletas de fibra de carbono son más susceptibles a los daños de colisión que las bicicletas de metal, sobre todo cuando sufren una caida o rozán con violencia contra una superficie dura.

“Si la pintura se cae y ves una grieta en la matriz del carbono, o si presionas un área rasgada o fragmentada y oyes algún tipo de ruido, definitivamente tienes que verificarlo”. “Los rayones en la pintura o las partes de la fibra de  carbono que se han quedado sin la capa de pintura no son un problema, pero si la fibra de carbono queda expuesta, ten en cuenta que ahora está algo desprotegida y es más susceptible a los daños”.

Una fisura en el tejido de la fibra de carbono puede llevar a una rotura del cuadro, lo que da como resultado los soportes de los cambios de marchas posteriores doblados o rotos, el asiento o la sujección de la cadena destrozados. El problema más frecuente es el de la barra del asiento marcado, que por lo general es la consecuencia de haber apretado demasiado la abrazadera posterior del asiento.

Los ciclistas que usen porta-bicicletas que sujeten la bici por el tubo superior deben también cuidar de no apretar demasiado las abrazaderas.

Los vendedores y talleres están de acuerdo en que los daños graves son rara vez el resultado de un defecto de fabricación (en estos casos el modelo afectado es retirado del mercado) y es casi imposible que una bicicleta se rompa o se destroce por sí misma.

Contrariamente a las creencias populares, los rayos UV no dañan la fibra de carbono; la mayoría de las resinas usadas en la producción de fibras de carbono contienen estabilizadores de UV.

Control de los daños

Los daños en el cuadro pueden ser difíciles de detectar, ya que la pintura puede esconder grietas o fracturas. Se recomienda también ser muy cuidadoso si se compra una bicicleta de fibra de carbono de segunda mano, ya que puede ser difícil evaluar las condiciones de la bici o juzgar la calidad de las reparaciones que se le han hecho.

Si tu bici ha sufrido accidentes graves, considera la posibilidad de llevarla a que la verifique un mecánico de bicis, ya que la tensión adicional puesta en el área dañada podría provocar una rotura mayor.

Carbon Bike Repair en Melbourne ofrece una inspección con ultrasonido que revelará cualquier daño interno que pudieras desconocer, al costo de €210 por el cuadro y €280 por el cuadro y la horquilla. Quantum Bicycles en Western Australia ofrece una inspección con rayos UV, que también revela daños internos, por un costo que por lo general se encuentra entre €88 y €145.

Además, como para cualquier bici, es una buena idea verificar si hay grietas visibles, toques o arañazos mientras la limpias, llevarla a servicio regularmente (cada 4 ó 6 meses) y preguntar a un mecánico si notas algún ruido o chirrido inexplicable, o si estás preocupado por potenciales problemas.

Reparación

reparacion-cuadro-bici carbonrace  Imágen cortesia de carbonorace.com

Si tu cuadro de fibra de carbono ha sido dañado, la buena noticia es que, en la mayor parte de los casos, puede ser reparado.

Los gurús del DIY(do it yourself/hazlo tu mismo) más seguros de sí mismos estarán tentados por la posibilidad de realizar sus propias reparaciones, y hay muchas webs y vídeos de Youtube que ofrecen instrucciones, pero para la mayoría de la gente esta no es una buena opción, ya que si no se hace bien la reparación, se puede provocar un daño mayor en el cuadro.

Algunas tiendas de bicicletas realizan reparaciones menores, como volver a pegar los soportes para las botellas de agua, pero cualquier cosa más complicada que eso es mejor mandarla a un taller especializado en fibra de carbono.

Encontrar un buen taller puede ser difícil, y es bueno investigar un poco antes de decidirse por uno. Muchos artesanos de fibra de carbono han sido forzados a cerrar debido a que no cumplen con los requisitos de seguridad y reparación. Por consiguiente, podrías tener que mandar tu bici a arreglar fuera y podría haber colas de espera; a veces de 6 a 8 semanas. Las buenas noticias son que los buenos reparadores tienen la reputación de regresar las bicis igual de fuertes, si no es que más fuertes, al menos en sus condiciones originales.

¿Reparar o remplazar?

La fibra de carbono es un material relativamente barato, pero dado el alto nivel de competencias que se necesitan para trabajar con ella, y el costo de los retoques y la pintura, las reparaciones pueden ser caras.

El coste exacto dependerá del diseño de la bici y de la gravedad del daño. Una pequeña reparación, por ejemplo una grieta cerca de la caña del asiento, puede costar €200, mientras que un daño mayor, como el soporte de la cadena destruido, puede costar €800.

La mayoría de las reparaciones se encuentran en promedio entre €400 y €600, con pintura incluida, el trabajo lleva por lo general entre una y tres semanas, ya que el proceso de reparación tiene que ser completado por pasos: la resina necesita tiempo para establecerse y el trabajo de pintura puede tomar varias horas.

Una alternativa es remplazar la parte dañada. Los precios de las tiendas de bicicletas para una horquilla de carbono nueva se encuentran alrededor de €350 y los cuadros alrededor de €1,500. Incluso una parte pequeña, como la caña del asiento, puede costar €200. Así es que la elección de reparar o remplazar una parte dependerá en gran medida del coste que una y otra cosa tengan y del tiempo que cada una de estas opciones se tome.